No es peor la lesión que el camino que se ha de recorrer, no
sufro dolor, sólo desesperación, hastío, cansancio…
Quien no ha visto el día de la marmota, esa película donde
el protagonista pasa una y otra vez por la misma situación, bien, así estoy.
Tras un año de lucha, horas en el gimnasio, ya no tengo fuerzas, veo pasar los
meses y no hay manera…tesón, dedicación, horas de molestias y sufrimiento
engrosan la lista, esfuerzos, esfuerzos económicos, personales y mentales para
no caer al abismo del abandono.
Fue duro decidir en agosto abandonar la maratón de Berlín,
pero más duro es ver que aunque pasen los días, no mejoras, apenas siento
dolor, ya superado gracias a las milagrosas manos de tantos pero, el Aquiles
vuelve, no sólo este tendón molesto y protestón, sino lo que es peor la pérdida
de la motivación, las ganas y el pundonor que siempre llevé a gala.
Siento como una lucha titánica ante el mal que acecha en la
oscuridad. Me levanto y digo, hoy saldré a rodar aunque sea 10 minutos, no
puedo, venga sí, me digo, pero al final gana la realidad, ¿Para qué? Mañana te
levantarás con ese punto que recuerda al minuto del nuevo día que sigue siendo
igual que hace un año… ¿Hasta cuándo?
¿Qué hago mal? Nadie contesta, ¿Qué puedo hacer? Nada dicen,
paciencia. ¿Paciencia? Dediqué y dedico cada momento del entreno en superarlo
pero parece no ser suficiente, miro con rencor y odio a esos que pasan a mi
alrededor ignorando mi sufrimiento, a esos que corren felices y satisfechos
consigo mismo por lograr cada minuto seguir en el camino, a esos que corren con
sobrepeso envueltos en bolsas de basura para atracarse sólo minutos después de
una gran ensalada de colesterol en forma de Mac Donalds . No es justo, o al
menos a mi no me lo parece. Leo y releo los mensajes, los blogs de todos
aquellos que satisfechos de sí mismo comentan sus logros, sin importarles lo
que a los demás no ocurre. Tampoco se lo reprocho, pero ya perdí la razón y con
ella los valores del deporte.
Sumido de nuevo en mi oposición para buscar el ascenso, la
mejora, siento lo mismo, ¿Para qué?, otra vez la marmota. Todo es igual, no
avanzo, tampoco en lo personal… y es que cuando algún engranaje falla todo
falla.
Cuando te hayas recuperado y aprobado tu oposición (supongo que a inspector), todo lo relativizarás. Pero mientras estás en el hoyo esto es una gran putada. Animo, compañero.
ResponderEliminarUn día recordarás esto como una pequeña pesadilla que parece que en realidad nunca ocurrió... Pero mientras dure... Intenta buscar otra manera de vivir el running aunque no consista en correr... Entrenamientos cruzados, elíptica, senderismo, lee, escribe, habla, escucha... Siente el running de otra manera...
ResponderEliminarEvidentemente son momentos difíciles, y como tú dices parecer que estás viviendo el día de la marmota es horrible y quema mucho. Sólo te puedo decir que ánimo, que no te hundas, que todo se supera más pronto o más tarde y que agobiarse (aunque sea lo normal) no resuelve nada. Sabes eso de: "si un problema tiene arreglo para qué te agobias, y si no tiene arreglo para qué coj*** te agobias?" :-) Ánimo!
ResponderEliminarPoco que añadir tengo, si me pasara lo que a tí me buscaría un deporte alternativo que cumpla con tus expectativas, que te motive tanto como el running y que no dañe lo que tarde o temprano se curará. Volverás a correr, seguro, así que mucho ánimo.
ResponderEliminarYo vengo de tres meses de paro completo y desde la media maratón de Gran Canaria no he podido entrenar más de dos semanas seguidas...
ResponderEliminarLo jodido del aquiles es lo LEEEEENTO que cura (si es que cura). Buscate a un buen especialista y si hay que cortar por lo sano, hazlo.
A por ello!
Estás jodido y empiezas a echarnos la culpa a los demás. Te recuerdo que cuando tu corrías había mucha gente lesionada ;)
ResponderEliminarMucho ánimo, es una lesión muy pesada y en tu caso se está eternizando.
No sé, en tu caso tienes el consuelo de la bici. ¿y si durante un tiempo te centras en volver a competir con ella?
No te falta razón Manuel, toco fondo y no sólo en la lesión, en fin, como no queda otra, paciencia y buena letra. Un abrazo maestro.
ResponderEliminarA todos los demás gracias por contestar y dedicar unos minutos
yo tengo el mismo problema desde enero de este año. La lesión es contumaz...y yo me he ido convirtiendo en un maestro del parcheo y del trampeo.Parece ser que la solución reside en el láser. Empezaré en breve el tratamiento, que te recomendaré en caso de resultar solvente. En todo caso, ánimo, y si no puede ser (como el amor incomprendido) siempre hay más deportes ... (o dije amores) ??
ResponderEliminaryo tengo el mismo problema desde enero de este año. La lesión es contumaz...y yo me he ido convirtiendo en un maestro del parcheo y del trampeo.Parece ser que la solución reside en el láser. Empezaré en breve el tratamiento, que te recomendaré en caso de resultar solvente. En todo caso, ánimo, y si no puede ser (como el amor incomprendido) siempre hay más deportes ... (o dije amores) ??
ResponderEliminarSería interesante, bajo mi punto de vista, que una vez transcurrido un tiempo prudencial, reflejaras aquí cómo te encuetras ahora. Seguro que sirve de motivación para algún lector, si ya estás mejor (que creo que sí) o para ti mismo si todavía necesitas un empujoncito.
ResponderEliminarY quizá, es hora de ponerle cara y vislumbrar algún Maratón con el que disfrutar.
Un nuevo lector.