miércoles, 18 de julio de 2012

Reflexiones a 10 semanas

  Saludos a todos. Debido a la ausencia de ADSL en mi nueva vivienda, la verdad es que cada vez tengo más pereza en echar un rato curioseando los entresijos de la red, aunque he de reconocer que, en el rato que he chequeado las entradas que tenía pendiente de los blogs que sigo, no he podido parar de reír, sobre todo con el gran maestro Gonzalo de http://sosakurunner.blogspot.com.es/ es un crack.

  En fin, ya quedan diez semanas y un "pizco" (terminología canaria para decir un poco) para la 39th Marathon de Berlin, mi debut en LA distancia, y siendo sincero, ya estoy cansado de esperar, llevo mucho preparándola. Quien me conoce del principio, como Luisa o Manolo, sabe que salí de la lesión y que la recuperación ha sido lenta. Gracias a Susana Sanchez, mi entrenadora, porque si hubiera sido por mi me hubiera liado la manta a la cabeza y seguramente hubiera recaído en la lesión.
  Ahora con un volumen aún bajo para el tiempo que queda para el gran día, afronto cada semana como si fuera la última, tengo una ansiedad por tener que medir las fuerzas en las series, ya que al venir del medio fondo no concebía las mismas sin esa sensación de "bocasangre", pero después de numerosas broncas de la arriba mencionada me he mentalizado en reconvertirme en un viejecito que observa su alrededor mientras pasea en ese domingo matutino... eso sí, los días de rodajes rápidos acabo "pidiendo la hora" cuando se acerca esos 70 minutos.

  Siento la fuerza para afrontar la prueba con buenas garantías, se nota el cambio que ha experimentado mi cuerpo gracias al entreno de fuerza. Aquí es donde quiero hacer hincapié, estoy empezando a sentir una euforia que no me hace presagiar nada bueno ya que en los rodajes, mientras contemplo mis pies, pienso en mis rodillas, aprieto los codos, noto mi corazón que va al ralentí, me dice "Quillo dale hombre",  pienso en una frase de mi entrenadora, que me acabaré tatuando " Para qué corres a 3:50 si no puedes hacerlo ni en un 10km, pero.... es que si no no noto que me esfuerzo..." y así debatimos sobre el entreno. En resumen que al correr voy pensando en mi marca teórica... " ¿si voy así durante la primera mitad y luego aprieto?" y si salgo a un ritmo cómodo pero mantenido... uf, mucho pensar para alguien que no ha corrido nunca una marathon.

  El "milqui" era otra cosa, había que darlo todo... sufrías desde el segundo después de la salida en la curva de contra meta, pasabas cada 100 clavados a 16, 17, 18 en fin cada día a lo que dabas, pensabas en picar a pasar por meta, "bien, he pasado en 33 el doscientos... ya te hacías una idea, pero aquí salir y ponerte a medir y controlar. Y mi pregunta es: ¿Y si controlas tanto que luego acabas fresco? Fresco! alguno pensará que estoy loco, que no se lo que me espera, pues bien acepto comentarios y sugerencias.
  Un abrazo a todos.

Imagen:
http://www.viajejet.com/puerta-de-brandemburgo-berlin/puerta-de-brandemburgo/

2 comentarios:

  1. Solo disfruta del primero

    ResponderEliminar
  2. Tienes mentalidad de velocista. La jefa tiene razón, y no puedes jugártela ahora que no te queda nada. Paciencia "pataliebre", vas a romper la Puerta de Brademburgo a tu paso. ;)

    ResponderEliminar

Gracias por comentar la entrada, así sabré tu opinión e intereses para que los futuros artículos sean de vuestro agrado.